Creo que así el blog es más atractivo, antes estaba en una época gris, ahora blanca y rollo R]TRO.

lunes, 10 de octubre de 2011

Internet nos da un paréntesis

No soy de los que escribe aquí todos los días, quizás porque no tengo esa capacidad de sorpresa diaria que me haga pulsar estas teclas compulsivamente. Hoy sin embargo lo hago porque ha ocurrido algo que me ha llamado la atención. Hoy todas los dispositivos Blackberrys de todo el mundo se han puesto de acuerdo. Ninguna ha dejado acceder internet a sus usuarios, los cuales pagamos (me incluyo) una tarifa de datos que como poco te deja mandar sms por el chat. "Gratis". No sé si por una mera coincidencia pero lo ha hecho el día de las enfermedades mentales. ¿Será un simple error? ¿Una estrategia de mercado? ¿Un experimento para entender un poco más al ser humano? No lo sé. Lo que he comprobado es que la gente se ha metido en las redes sociales de manera acelerada como ningun otro día. Twitter no iba, el chat, facebook, tuenti… Nos hemos quedado desorientados como si estuvieran pasando acontecimientos y tu dispositivo smartphone no quisiera que te enteraras. Es la enfermedad mental de siglo XXI y como sigamos así la será la de más siglos de la cuenta. La necesidad de estar constantemente conectados es totalmente supérflua, pero nos la han convertido en necesaria. Somos dueños de nuestras necesidades, unas necesidades que el gran Steve Jobs logró inventar para favorecer el consumismo progresivo como si tuviéramos los ojos tapados como burros. Me he cruzado con gente que no sabía que hacer, a los que les faltaba algo porque querían decir pero estaban siendo capados. Yo el primero. Soy uno más y quizás por esa falta de los 140 caracteres de twitter he necesitado escribir en este blog que no pone límites. Hace tiempo escribí una entrada que hablaba de algo parecido, de que debíamos parar de vez en cuando, asimilar lo que ocurre y hoy ha pasado aunque de manera totalmente inesperada y obligada. Había gente diciendo cosas y yo no podía hacerme partícipe por la calle. Ha sido el primer día en que he visto a la gente hablar por la calle en las terrazas con su interlocutor presente y no con el virtual. He visto a personas pasear por la calle mirando a las demás a la cara, saludándose, sin chocar con otras porque su mirada no se separaba de una pantallita ni sus dedos pulgares, de un teclado incomodísimo. Me da que pensar, y si desde luego a más gente le ha pasado lo mismo y ha querido quitarse la venda de los ojos para ver la realidad a través de sus córneas, firmo ahora mismo y lo dejo por escrito, que deberían hacerlo más a menudo. Ya hay demasiadas enfermedades mentales insoportables como para que también nos las creásemos. Que la tecnología nos ayude, pero no nos domine. Perderemos nuestra parte de HUMANIDAD.